Recibe casi 2.800 horas de sol al año. Sin embargo, llueve lo suficiente para mantener la isla verde y conservar los hermosos campos de lavanda, romero, salvia, mejorana y tomillo y los viñedos cuidadosamente cultivados.

El casco antiguo de Hvar rebosa de monumentos antiguos que merece la pena visitar. El laberinto de calles interconectadas del centro ofrece una gran variedad de restaurantes y tiendas.

Disfrute de las mejores vistas de Hvar desde el Fuerte de Hvar. Ocupa el emplazamiento de una ciudadela bizantina del siglo VI.

La Catedral de San Esteban se construyó entre los siglos XVI y XVII, durante el Renacimiento dálmata. En su interior hay una gran variedad de objetos históricos y pinturas de algunas de las figuras del arte antiguo más apreciadas de la región, como Stefano Celesti, Palma Junior y el español Juan Boschettus.

El Monasterio Franciscano. Este pintoresco monasterio es conocido por su colección estelar de piezas antiguas, que van desde pinturas venecianas y mapas históricos hasta monedas raras de los imperios griego y romano. Además, en el jardín elevado hay un ciprés de 300 años.

Jelsa es una tranquila ciudad de la costa norte de Hvar. Alrededor del encantador puerto hay una colección de cafeterías y restaurantes, así como frondosos parques, plazas y lugares para nadar. Al igual que la ciudad de Hvar, Jelsa tiene un sinfín de callejuelas que se extienden desde la calle principal.

La playa de Dubovica es un lugar aislado con una limpia playa de guijarros flanqueada por pinos y olivares. Tendrá que bajar una cuesta bastante empinada desde una carretera situada sobre la playa de Dubovica. El esfuerzo merece la pena.

Tome un barco para explorar el cercano archipiélago de las islas Pakleni y descubrir playas y bahías solitarias.

Prueba la cocina local en el restaurante Dalmatino.

Uno de los lugares de moda de la Croacia náutica. Discotecas, restaurantes, música hasta el amanecer.

Hay un pequeño muelle municipal, pero no se puede permanecer allí mucho tiempo. Puede acercarse para embarcar y desembarcar pasajeros, no más de unos minutos. Cuidado con los transbordadores, saltárselos, cuidado con las olas repentinas.

El puerto deportivo más cercano es el de Palmižana, a un par de millas náuticas de la ciudad. Desde allí sale regularmente un taxi acuático hacia Hvar. El puerto cuenta con duchas, aseos, agua y electricidad. La zona de aparcamiento es relativamente estrecha, y los amarres son cortos.

 

En el corazón del Adriático se encuentra la antigua isla de Hvar, conocida por su impresionante belleza natural y su rica historia. Cuenta la leyenda que la isla fue antaño el hogar del héroe griego Heracles, que buscó refugio aquí tras completar sus doce trabajos. Mientras se escondía en la isla, Heracles se enamoró de una ninfa local llamada Pharos, que le ayudó a curar sus heridas y recuperar fuerzas. A cambio, Heracles construyó un gran templo en honor de Pharos y su pueblo. Se dice que las ruinas de este templo aún pueden verse hoy en la isla. A lo largo de los siglos, Hvar ha seguido siendo un lugar de mitos y magia, que atrae a visitantes de todos los rincones del mundo para deleitarse con su belleza y empaparse de su aura legendaria.