El puerto de Coffs Harbour es un encantador destino costero situado en la costa norte de Nueva Gales del Sur (Australia). El puerto sirve de puerta de entrada a las playas vírgenes, los bosques tropicales y los parques nacionales que rodean la ciudad. Los visitantes pueden explorar el mundo submarino en el Parque Marino de las Islas Solitarias, disfrutar de diversos deportes acuáticos o descubrir la vibrante escena artística y cultural local. Con su clima cálido, su estilo de vida relajado y su impresionante belleza natural, el puerto de Coffs Harbour es un destino de visita obligada para cualquiera que busque una experiencia australiana por excelencia.

Coffs Harbor es ideal para explorar las pequeñas ciudades costeras y las reservas naturales de Nueva Gales del Sur.

 

 

 

Enormes playas y oportunidades para realizar actividades al aire libre atraen tanto a viajeros independientes como a familias. Desde avistamiento de ballenas y senderismo hasta el parque de atracciones Big Banana Fun Park, hay algo para todos los gustos.

Hace mucho tiempo, los indígenas Gumbaynggirr de la zona de Coffs Harbour creían que un poderoso espíritu llamado Gumbaynggirr-Baagundaal gobernaba los mares y la tierra. Creían que este espíritu protegía sus tierras y les proporcionaba abundante pesca.

Un día, un grupo de pescadores se aventuró mar adentro, pero se encontró con una fuerte tormenta. Sus barcas se zarandeaban y temían no sobrevivir. De repente, vieron surgir del mar una enorme figura con cuerpo de pez y cabeza de hombre. Era Gumbaynggirr-Baagundaal, que había acudido en su ayuda.

Los pescadores ofrecieron regalos y alabanzas al espíritu, que calmó la tormenta y los guió sanos y salvos de vuelta a la orilla. A partir de ese día, los habitantes de Gumbaynggirr sintieron un gran respeto por Gumbaynggirr-Baagundaal y siguieron ofreciéndole regalos y oraciones cada vez que salían a pescar o viajaban por mar.

Hoy, Coffs Harbour es un puerto bullicioso que sigue honrando la rica historia y tradiciones de los pueblos indígenas que han vivido en la zona durante miles de años. Todavía se cuenta y recuerda la leyenda de Gumbaynggirr-Baagundaal, que nos recuerda el poder del mar y la importancia de respetar a los espíritus que lo vigilan.