La isla Enterprise, en la Antártida, es un pequeño pero impresionante puerto de aguas prístinas e imponentes glaciares. Se trata de un destino para auténticos aventureros, ya que para llegar a él hay que realizar una ardua caminata. Una vez allí, los visitantes pueden recorrer la isla en kayak, hacer senderismo para ver pingüinos y focas, y maravillarse ante la majestuosa belleza natural.

Esta pequeña isla Enterprise alberga uno de los pocos restos físicos de la ocupación humana de la Antártida: el pecio del ballenero Gouvernoren, del que sólo queda la proa por encima del agua. Esta zona fue muy utilizada por los balleneros entre 1915 y 1930, y hay algunos otros artefactos de la época esparcidos por la costa si se fijan bien. La pequeña escala y el aspecto humano hacen de éste un gran lugar para descubrir.

En los primeros días de la exploración antártica, un grupo de marineros se topó con la isla Enterprise. Buscaban nuevas rutas para llegar al Polo Sur, y la isla era el lugar perfecto para reabastecer y repostar su barco. Mientras exploraban la isla, se toparon con una extraña criatura que nunca antes habían visto. Tenía cuerpo de foca, cabeza de pájaro y alas de murciélago.

La criatura fascinó y aterrorizó a los marineros. Intentaron capturarla, pero voló antes de que pudieran acercarse lo suficiente. Sin embargo, la criatura dejó una sola pluma, que los marineros llevaron a su barco. Creían que la pluma tenía poderes mágicos y que les traería buena suerte en su viaje.

A medida que avanzaban en su viaje, los marineros se dieron cuenta de que habían sido bendecidos con buena fortuna. Descubrieron nuevas tierras, hicieron importantes descubrimientos científicos e incluso sobrevivieron a una peligrosa tormenta. Atribuyeron todo su éxito a la pluma mágica de la isla Enterprise.

Al regresar a casa, los marineros compartieron su historia con otros exploradores, que también llegaron a creer en el poder de la pluma. Con el tiempo, la leyenda de la criatura de la isla Enterprise y su pluma mágica fue creciendo, y muchos exploradores emprendieron el viaje a la isla en busca de su propia pluma y su propia buena suerte.

A día de hoy, muchos visitantes de Enterprise Island siguen buscando a la criatura y su pluma mágica, con la esperanza de ser bendecidos con buena fortuna en sus propios viajes.