La isla Rey Jorge es un popular puerto de escala para los visitantes de la Antártida. Situada frente a la punta de la Península Antártica, esta isla alberga centros de investigación e impresionantes paisajes naturales, como glaciares e imponentes montañas. Los pasajeros de los cruceros pueden explorar este remoto destino con excursiones en tierra que incluyen senderismo y observación de la fauna.
Vamos a descubrir la Península Antártica con muchas paradas en lugares hermosos y remotos. En primer lugar, llegaremos a la isla Rey Jorge y visitaremos la base de investigación antártica rusa Bellingshausen. Fue una de las primeras estaciones de investigación fundadas por la Expedición Antártica Soviética en 1968. Desde entonces, ha funcionado como estación durante todo el año.
Hace mucho tiempo, cuando el mundo era nuevo y el hielo aún no había nacido, vivía una tribu de gente pacífica en la tierra que hoy conocemos como la isla del Rey Jorge. Eran cazadores y recolectores, y vivían en armonía con los animales y la tierra.
Un día, un gran y poderoso chamán llegó a la tribu. Era un hombre sabio y erudito, y trajo consigo el conocimiento de la magia y el poder de los espíritus. Enseñó a la gente a respetar la tierra y los animales, y a vivir en armonía con los espíritus.
Pero había un hombre en la tribu que no estaba satisfecho con las enseñanzas del chamán. Era un cazador joven y ambicioso que quería más poder y riqueza que nadie en la tribu. Empezó a conspirar contra el chamán para socavar su autoridad y poner al pueblo en su contra.
Un día, el cazador decidió robar la magia del chamán. Se coló en la cabaña del chamán y robó un poderoso amuleto que, según decían, contenía el espíritu de la tierra. Con este amuleto, el cazador creía que podía controlar la tierra y los animales, y convertirse en el hombre más poderoso de la tribu.
Pero el chamán se dio cuenta del plan del cazador y lanzó un hechizo que provocó una gran tormenta que envolvió la tierra. El cazador se perdió en la tormenta, y el amuleto se perdió con él.
A día de hoy, se dice que el amuleto sigue enterrado en algún lugar de la isla del Rey Jorge, a la espera de que una persona digna lo encuentre y utilice su poder para el bien. Pero cuidado, porque los espíritus de la tierra siempre están vigilando, y no tolerarán a quienes pretendan utilizar su poder para el mal.